Las leyes de la naturaleza actúan siempre de la misma forma,
en cualquier sitio y para todos. Se puede decir que son justas e inviolables.
Sólo se parecen a las que inventa la humanidad en que su desconocimiento no
exime de su cumplimiento (ignorantia juris non excusat).
Desde tiempos inmemoriales, el hombre se ha preguntado el
porqué y el cómo de los hechos que suceden en su entorno. La naturaleza nos
brinda incansablemente, una y otra vez los mismos fenómenos con cierta
periodicidad y por fin, cuando nos damos cuenta de ello, queremos saber cómo
sucede y por qué. Resolver el enigma está sólo al alance de unos pocos, de
científicos únicos y a veces admirados.
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En un lugar de Badajoz... |
Hay días en Noviembre que invitan a salir a la calle y a disfrutar de la naturaleza de la urbe. Puede que las hojas caigan y ofrezcan una amplia gama de tonos de color ocre. La luz del sol, que cada día que pasa es menos generosa, podría inducir al pensamiento lógico de que el planeta se aleja del astro rey. O no, puede que haga incluso calor y las flores estén en su plenitud. Nos acercamos hacia el Sol y al verano. Depende, claro está, de que nos encontremos en el hemisferio norte (boreal) o en el sur (austral).
Nos han enseñado que las estaciones se deben a la
inclinación del eje rotacional de la Tierra sobre el plano orbital. Los 23 grados
y 27 minutos de inclinación hacen que durante un determinado período del año,
uno de los hemisferios esté más enfrentado hacia los rayos del sol y en éste,
será primavera o verano.
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Época de nieblas |
Y entonces ¿nos alejamos o acercamos al Sol? Bien, pues
sabemos que la órbita de la Tierra alrededor del sol es elíptica y cosas de la
Naturaleza, durante nuestro paseo en noviembre, nos dirigimos hacia el Sol.
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Luces y sombras |
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